Birdman vs Irreversible


Continuando con los logros e historias del Sr.Eastwood y a razón de que bien podría ser calificado como “perdedor” de la noche del Oscar, debemos recordar que no es la única batalla que en las nominaciones del tan ansiado premio han librado Eastwood vs González Iñarritu. En 2007 ambos perdieron la estatuilla dorada a manos de Martin Scorsese, quien con “Los Infiltrados” les dobló tanto en Mejor Director como en Mejor Película dejando en la lona a “Cartas desde Iwo Jima” y “Babel”, película que sin embargo le dio a González su primer y único Cannes como Mejor Director. Será otra ocasión que seguramente se encuentren estos dos grandes directores del cine contemporáneo, nuevamente sentados en las primeras filas de la ceremonia.

“Birdman” gana por varias razones que sólo en conjunto pudieron hacerle merecer el sensacional doblete, una de ellas es el impresionante trabajo de fotografía que logra Emmanuel Lubezki generando ambientes perfectos para cada tramo de la historia, por sí mismo ese Oscar vale un cincuenta de la película.  Otras más es la misma historia, pero más que la historia en sí misma, es la calidad del guion, el ritmo y su secuencia; existe una gran cantidad de filmes sobre la introspección de la adultez, los logros, aciertos y desaciertos, y sobre todo los heridos que uno ha dejado en el camino llegando a cierta madurez emocional en la cual, simplemente toda crítica externa debía carecer de una importancia infinita. Una de las mejores habilidades de Iñarritu es su capacidad para contar historias sin necesidad de hacer gala de grandes recursos o efectos especiales, su primer ejercicio “Amores Perros” es una excelente muestra de ello.  

Otro de los grandes valores que le reconoce la Academia a “Birdman” es el trabajo de producción. Tampoco es una cosa nueva el uso de las secuencias únicas, pero si la magistral forma en la cual se sincroniza para lograr un filme entero, utilizando esa técnica sin provocar dolores de cabeza y sinsentidos. Una excelente película que intenta este resultado es “Irreversible” del argentino Gaspar Noé (Nominación Palma de Oro 2002), dentro de una inolvidable e intensa secuencia inicial que lo mismo captura la atención del espectador a modo de hipnotismo, que llantos y nauseas.  En “Irreversible” uno se preguntaba si así correría toda la película esperando con ansia el final de los movimientos de cámara y las escenas en rojo; por el contrario en “Birdman” uno se encuentra con un excelente empalme de cada movimiento y escenario, si acaso podrían sobrar algunos minutos de “vuelo” en ese segmento hasta antes de encontrar a Riggan despertando sobre una bolsa de basura.

Y finalmente la adecuación de actores a personajes y visceversa, Gael, Pitt, Del Toro, Penn, y ahora Michael Keaton. A Hollywwod le encanta ver a sus héroes de antaño rescatados en personajes que “por fin merecían”, Travolta al igual que Keaton casi logra esto en su nominación para Pulp Fiction después de haber pasado más de una década viviendo de sus “Mira quien habla”; Mickey Rourke paso prácticamente al olvido y dentro de películas peores que pésimas después de las “Nueve semanas y media” hasta que recibió una nominación por “El Luchador”. El caso de Keaton no sería diferente de no haberse topado con el mexicano. Keaton paso de ser recordado por ser el mejor fantasmita del cine con el icónico “Beettlejuice” de Tim Burton (George Clooney lo salvó de ser recordado como el peor Batman), de interpretar lo mejor posible papeles medianos en películas de fin de semana, como el caso del mafioso inquilino de “Pacific Heights”, y de participaciones sinceramente penosas como la que hace en “The Other Guys” a estar a un paso de llevarse un Oscar al mejor actor.

Justamente en ello reside uno de los aciertos de Birdman/Riggan/Keaton, en el sentido casi autobiográfico del filme.

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